En la madrugada del 21 de junio, fuerzas estadounidenses bombardearon tres complejos nucleares iraníes en una operación relámpago. Washington afirma que la misión fue un éxito, mientras Teherán promete una respuesta contundente. La tensión escala a niveles críticos en Oriente Medio.
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Washington / Teherán, 21 de junio de 2025. En un giro que podría marcar un punto de no retorno en la creciente crisis en Oriente Medio, Estados Unidos ejecutó un ataque aéreo contra tres instalaciones nucleares estratégicas en Irán durante la madrugada del viernes. Las acciones, confirmadas por el expresidente Donald Trump en un comunicado, apuntaron directamente a los complejos de Fordow, Natanz e Isfahán, considerados pilares del programa nuclear iraní.

“Los objetivos han sido neutralizados con éxito y nuestras aeronaves ya han abandonado el espacio aéreo enemigo”, declaró Trump en un mensaje difundido por sus redes sociales. Según medios internacionales, la operación fue coordinada con apoyo de Israel, bajo la justificación de impedir el avance atómico de Irán.
El bombardeo se realizó con aeronaves furtivas B-2, capaces de portar municiones antibúnker, una señal de que se pretendía penetrar estructuras subterráneas de alta seguridad. De momento, ni la Casa Blanca ni el Pentágono han emitido comentarios adicionales, pero fuentes de inteligencia indican que se trató de un ataque quirúrgico y planeado con semanas de antelación.
Las autoridades iraníes han condenado de inmediato la agresión. El Ministerio de Defensa de Irán afirmó que el país se encuentra en alerta máxima y que habrá represalias «al nivel de la afrenta recibida». En Teherán, miles de personas salieron a las calles en protesta, y se reportan movilizaciones militares en puntos clave del país.
Analistas internacionales advierten que este ataque podría encender un conflicto regional de gran escala. Naciones Unidas y la Unión Europea han hecho un llamado urgente a la desescalada y al retorno del diálogo diplomático.
La operación estadounidense llega en un momento de alta tensión, tras semanas de enfrentamientos entre Israel e Irán, incluyendo ataques aéreos mutuos y la muerte de figuras clave de la Guardia Revolucionaria iraní.
Por ahora, el mundo contiene la respiración ante una nueva fase del conflicto que, hasta esta madrugada, parecía limitado a ataques indirectos y enfrentamientos fronterizos. Con Estados Unidos involucrado directamente, la región entra en una etapa aún más volátil.