Una noche que parecía tranquila en Apaseo el Alto se convirtió en escenario de violencia cuando un oficial fue acribillado en el cumplimiento de su deber. La emboscada, perpetrada por hombres armados, desencadenó una fuerte movilización de fuerzas de seguridad.
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Apaseo el Alto, Gto.— Minutos después de la medianoche, la calma de la carretera federal Apaseo el Alto–Querétaro fue interrumpida por el estruendo de múltiples disparos. El blanco: una patrulla de la Policía Municipal que circulaba en labores de vigilancia a la altura de la colonia El Rejalgar.
El ataque ocurrió justo frente a una tienda AutoZone, cuyo estacionamiento se convirtió rápidamente en escena del crimen. Dos vehículos con hombres fuertemente armados interceptaron la unidad oficial y abrieron fuego sin piedad. En cuestión de segundos, el interior de la patrulla quedó marcado por las balas.

Cuando llegaron los refuerzos —más de veinte unidades de la Policía Municipal, Guardia Nacional y Ejército Mexicano— encontraron una camioneta tipo van color gris y un vehículo de Seguridad Pública estacionados dentro de un extenso acordonamiento frente al negocio de refacciones automotrices.
En el interior de una de las unidades se hallaba el cuerpo sin vida de un agente municipal, de aproximadamente 44 años, víctima de una agresión directa y despiadada. Sus compañeros, consternados, mantuvieron silencio mientras se resguardaba la zona y se iniciaban las primeras diligencias.
La mecánica del crimen apunta a una emboscada calculada. Los agresores cerraron el paso a la patrulla y dispararon con armas de grueso calibre antes de escapar a toda velocidad por rutas aún desconocidas.
El hecho ha encendido nuevamente las alertas en una región sacudida por la violencia, donde los cuerpos de seguridad se enfrentan día a día a un entorno cada vez más hostil. La identidad del agente caído aún no ha sido oficialmente revelada. Su nombre se suma a una lista dolorosa de elementos que han dado su vida en cumplimiento del deber.